Dejar una empresa a las próximas generaciones son dos objetivos que guían la estrategia de este tipo de muchas empresas. Es por ello que la sucesión es uno de los aspectos clave para la continuidad y éxito de estas empresas. Pero, ¿cómo funciona este proceso y cuánto tiempo conlleva?

Es imprescindible definir un plan de contingencia detallado, que recoja orientación específica sobre quién tomará las riendas. Un momento de reflexión con visión a largo plazo donde se debe buscar la mejor opción en términos de habilidades, experiencia de gestión y visión de negocio.

El proceso de sucesión es ‘un conjunto de acciones que tienen lugar en un marco de la empresa familiar en un período de tiempo, realizado bajo el control del sucedido, que llevan de forma programada y con las correcciones necesarias a la sustitución del empresario al frente de la Empresa por el sucesor de la misma familia’ (Guinjoan y Llauradó, 2000).

Es importante saber que el sucesor debe conocer las implicaciones y comprender ampliamente los negocios de la empresa, además de desarrollar sus habilidades de liderazgo. Los miembros de la familia deberán decidir  la organización del patrimonio, la fiscalidad y las normas para que ese proceso de cambio generacional y de sucesión se pueda consolidar en el tiempo.

Algo valioso que la generación de padres puede ofrecer a la siguiente es la comprensión de los fundamentos históricos, culturales y estratégicos de la empresa. Así conocerán los fundamentos de la empresa y los principios que la mantienen unida.

Una empresa familiar es un reto en ámbitos de gestión, entre otros muchos. Aún así, esto puede aumentar sus posibilidades de éxito si considera que la sucesión es un proceso que puede tardar quince o veinte años en completarse. 

Como asesores empresariales, queremos ayudarte con el proceso de sucesión, y que lo dejes en nuestras manos, ya que contamos con años de experiencia. Puedes contactar con nosotros aquí.

 

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