Cuando los contribuyentes se sientan frente a su declaración de la renta, es normal que crean que no tienen posibilidades de reducir el importe de la misma, y que tienen que conformarse con el resultado que sale de aplicar los datos básicos, ya que piensan que las deducciones y bonificaciones sólo están al alcance de las grandes fortunas.
¿Sabías que existen bastantes medidas al alcance de todos los contribuyentes que pueden rebajar notablemente el resultado final de la declaración? Una de ellas es la aportación de fondos a los planes de pensiones, que permiten reducir la base en una cuantía similar a la aportación que se realice al plan. Esto supone un ahorro directo.
De esta forma lo entenderás mucho mejor. Si alguien tiene rendimientos netos de 30.000 euros, paga el 30% de IRPF. Es decir, estaría pagando 3.868 euros solo por ese intervalo de ingresos. Si se hiciera una aportación de 10.000 euros a un plan de pensiones propio se reduciría su base en esa cantidad. Se pasa por tanto de 30.000 a 20.000, bajando el importe a 868 euros, lo que supondría una reducción directa de 3.000 en la cuota a pagar.
Conforme mayores sean los ingresos, irá aumentándose el ahorro. Las aportaciones a planes de pensiones pueden suponer un ahorro bastante sustancial en la cuota de la declaración de la renta, pero hay que tener la suficiente capacidad de ahorro para poder generar la liquidez necesaria para la aportación. Además, hay que tener en cuenta que existen límites máximos de deducción de aportaciones que no se pueden superar en ningún caso.
Otro aspecto importante que cambió con la reforma fiscal fue la posibilidad de rescatar lo aportado a los planes de pensiones en un plazo de 10 años, sin necesidad de que se cumpla ningún requisito adicional.
De todas formas, para cualquier duda en cuanto a la aplicación de estas medidas u otras similares, estamos disponibles como asesores para poder ayudarte. Solo tienes que contactar con nosotros aquí.